Conmueven a familiares de repartidor herido las muestras de apoyo de juarenses

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La salud de Carlos Alberto Holguín Peña, repartidor de Didi herido a balazos en los hechos del jueves negro, se mantiene aún en situación incierta.

Aunque al menos su familia tuvo oportunidad de conocer algo más de los detalles de su estado, la condición de sus piernas sigue siendo preocupante.

Su hermano César sigue insistiendo en la necesidad de atención puntual para Carlos, sin descartar un posible traslado a una clínica; pero la incertidumbre de saber si el moverlo puede afectar su evolución los detiene hasta el momento.

“Ya le tomaron radiografías y le van a hacer otra intervención; pero necesitamos saber muy bien cuál es su estado para saber si podemos trasladarlo; entiendo que el hospital tiene muchos pacientes, y no digo que mi hermano esté mal atendido, pero necesita atención especializada y el tiempo pasa”, expresa.

En conversación telefónica con Norte Digital, agradeció profundamente conmovido el gran apoyo recibido por la comunidad, que –dijo– no esperaban recibir a tal grado.

“Muchísimas gracias, a ustedes, a la gente que habla, que pregunta por la salud de mi hermano, y todos los que nos han apoyado; la verdad ha sido una experiencia que no se le desea a nadie y en verdad estamos muy agradecidos”, expresa con grandes atisbos de emoción.

Afirmó que por parte del Municipio recibió con alivio la noticia de que les harán entrega sin problemas de la motocicleta de su hermano; la misma en que realizaba su trabajo, que fue remolcada al corralón la fatídica noche del atentado, y que Carlos Alberto está pagando en abonos.

“Me dijeron que ellos se encargaban, que no nos preocupemos. Ya por lo menos es una preocupación menos, y se agradece”, manifestó.

Como se recordará, Carlos estaba a la espera de recibir una entrega de pizzas que debía llevar a un domicilio, cuando se registró el ataque.

Los hechos quedaron registrados por la cámara de seguridad del negocio, que muestran el momento en que recibe los disparos y se tira a piso.

Importante es destacar que pese a tener una discapacidad auditiva y del habla, esto no representaba un impedimento para realizar su labor; todo para mantener a una familia con una esposa en igual condición de discapacidad que él, y dos niñas, la menor de solo seis meses.

Por eso su preocupación por saber si volverá a caminar, y la de su familia por evitar que un descuido lo lleve a perder sus piernas.

Con información del Nortedigital