El gobernador de Nuevo León, Samuel García, dijo en entrevista con Azteca Noreste que las lluvias extraordinarias que trajo la tormenta tropical “Alberto” ayudan a aliviar el problema de escasez de agua que enfrenta el estado, pues evitarán cortes del servicio.
Sin embargo, pidió “no echar campanas” al vuelo, pues dijo que la crisis hídrica no se ha acabado.
Al contrario, señaló, una urbe como Monterrey está obligada a cuidar siempre el agua porque su población crece constantemente.
El mandatario afirmó que las presas y mantos acuíferos del estado se recargaron de manera óptima, aunque dijo que la crisis de fondo no se resuelve solo con las actuales precipitaciones. Con información de el Horizonte